La utilización de combustibles fósiles, ya sea para el transporte, industria, la generación de energía eléctrica, entre otras, ha estado afectando considerablemente nuestro medio ambiente, dado a que el constante uso de este recurso produce problemas como la lluvia ácida o el efecto invernadero.
Además, su gran explotación ha provocado que la demanda de estos hidrocarburos sea mucho mayor que su producción, por lo que se corre el riesgo de acabar con estos combustibles.
Debido a esto, se ha buscado fuentes alternas de energía y una de ellas es la energía fotovoltaica. La cual, es la energía que utiliza la radiación solar para producir electricidad, al ser una energía renovable y considerarse prácticamente infinita se ha apostado fuertemente por ella para poder tener un mayor aprovechamiento.
La energía fotovoltaica actualmente se obtiene a través de paneles solares hechos de silicio, que gracias a sus propiedades de semiconductor que posee, permite transformar la radiación emitida por el sol en energía eléctrica para poder ser almacenada en baterías, y así posteriormente, ser utilizada para cualquier aplicación que sea necesaria.
La evolución de la energía fotovoltaica ha sido constante, desde paneles solares capaces de aprovechar mayor energía, baterías que no contengan el efecto memoria con ciclos de vida mayores y de diversos materiales que sean menos agresivos con el medio ambiente, hasta controladores que nos permitan administrar la energía de una manera más óptima para no ser desperdiciada, mejorando estos factores; se ha logrado que hoy en día este tipo de fuente de energía pueda ser una opción para evitar el consumo de los derivados del petróleo, dejando de emitir gases que constantemente dañan nuestro ecosistema. Si bien aún,no es la solución completa para este problema, es una buena iniciativa para poder seguir combatiendo contra la contaminación ambiental que existe hoy en día.
Al ingresar este concepto dentro del mundo de la iluminación, nos podemos encontrar con diferentes aspectos que nos permiten sacar múltiples ventajas que no se ven reflejadas solamente en tener una calle perfectamente alumbrada. Sino que, dándole la aplicación adecuada. Los beneficios en alumbrado público de la telegestión se pueden observar en un ahorro energético considerable, o bien en la posibilidad de ofrecer una red gratuita de wifi en todos los puntos de la ciudad.
Y esto se puede obtener dado a que, al estar monitoreando en tiempo real la hora de encendido y apagado o bien, el horario donde se concentra la mayor cantidad de tráfico. Podemos regular la lámpara para que utilice únicamente la cantidad de energía necesaria para ofrecer una iluminación adecuada acorde a la situación de manera autónoma. Además de que se pueden analizar fallas con mayor facilidad y de una manera prácticamente instantánea.
Sin embargo, para obtener todos estos beneficios que ofrece la telegestión, es necesario adaptar la luminaria para poder trabajar según se requiera. Por lo que es necesario incluir sensores y aditamentos que permitan adquirir la información necesaria del entorno de la lámpara, y, sobre todo, que permitan hacer uso de dicha información a distancia.
Si bien hacer que la luminaria pueda conectarse a la red incrementa el costo de esta, se puede sacar provecho de la iluminación como se ha mencionado. Ya que, la primera opción para poder llegar al objetivo, sería hacer el uso del poste para implementar los aditamentos necesarios, además se podría habilitar para presentar las siguientes ventajas:
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Hoy en día y con el consumo como dato vital a la hora de seleccionar una luminaria, ya no nos vale sólo con comparar las potencia (W) de las luminarias, necesitamos también comparar el rendimiento lumínico por su potencia. Ahí entra en juego dos parámetros lumens (Lm) y los luxes (lux).
Vamos a explicar cual es la diferencia y su equivalencia:
Ejemplo práctico
Que un foco LED de 100W sea capaz de emitir 1000 lumens, no significa que de mucha sensación de luz, dependerá de su ángulo de apertura y el espacio a iluminar; por ejemplo, si ilumina 10 metros cuadrados solo tendremos 100 luxes en total (muy oscuro) pero si estamos en una habitación de 1 metro cuadrado tendremos 1000 lux (muchísima luz).
Las bombillas LED emiten su luz en un ángulo determinado a diferencia de las bombillas incandescentes que emiten su luz a 360º (perdiendo su eficiencia). El LED aprovecha mejor su luz por este motivo, con un menor consumo podemos emitir 1000 lumens con tan solo 11W (ahorro de 90%) y en un ángulo de 120º iluminando directamente por dónde nos movemos (no hacia el techo) y por lo tanto la sensación de luz de estos 1000 lumens será mayor a la lámpara convencional.
Fatiga visual, migrañas, mal humor, deslumbramientos que afectan la vista provocados por el monitor de la computadora en la que se trabaja.
Estas situaciones contribuyen a disminuir la productividad de un empleado, pero pueden ser corregidas al mejorarse la iluminación de su espacio de trabajo.
Por ejemplo, para atenuar las molestias que son causadas por los monitores de los ordenadores, es necesario seleccionar y ubicar correctamente las luminarias de la oficina.
Carla Giavi, Arquitecto y especialista en iluminación, afirma que una correcta iluminación, adaptada a cada área de trabajo, permitirá que los trabajadores se muevan con seguridad en su entorno laboral y que realicen tareas visuales con eficiencia y precisión.
Asimismo, un uso correcto de la luz puede aminorar la cantidad de accidentes laborales que se presentan, reducir el estrés y brindar un mayor confort.
En un sitio, la iluminación puede ser natural, artificial o una combinación de ambas y es necesario cuidar por igual la cantidad y la calidad.
¿Qué hay que tomar en cuenta?
En México existe una norma denominada “NOM-025”. Que dicta los niveles de iluminación necesarios a cumplir para cada área de trabajo dependiendo de la actividad a realizar.
Veamos un caso: en oficinas en las que los trabajadores laboran frente a una computadora, la norma recomienda un nivel de iluminancia de 300 lux.
La iluminancia es la unidad de medida de la cantidad de luz que incide en un espacio de trabajo y se mide en lux.
Además, cada fuente de iluminación tiene un tono distinto, que se conoce como temperatura de color y se mide en Kelvin. Así, se habla de fuentes de luz frías y fuentes de luz cálidas.
Un ejemplo de una luz cálida puede ser la luz de una vela o la luz de unincandescente. Una luz fría puede ser un fluorescente compacto.
“El tono de color blanco que tenga la fuente de luz increíblemente influye psicológicamente en las personas, es un factor por considerar. También los colores con los que están pintados los espacios de trabajo, porque eso incide en el sistema de iluminación”.
De igual forma, existe un índice de reproducción de color, cuyo porcentaje debe adaptarse según el lugar en el que se labore.
En una fábrica en la que se empacan productos alimenticios se recomienda una iluminancia de 300 lux.
En la cocina de un restaurante u hotel la iluminancia sugerida es de 500 lux.
En la industria textil, el proceso de inspección de telas requiere un nivel de iluminancia de 1.000 lux.